
Recientemente he vuelto acudir al cine, algo que no hacía
desde hace meses, allá por el 2013.
Actualmente vivo en Inglaterra y aquí el cine es todavía más caro, así que
tengo que pesarme muy mucho qué películas quiero ir a ver. En este caso, mi
devoción hacia Marvel cómics me hizo dar el paso y aflojar la pasta para ver
las últimas aventuras del capi.
Comenzamos a ver cómo es la vida del soldado Steve Rogers
tras salir del hielo. Misión tras misión, sin nadie con quién salir los sábados
por la noche y con la mirada puesta en un pasado que aún no puede dejar atrás,
cosa lógica por otra parte, pues no ha tenido tiempo de asumir que todos a los
que conoce están muertos y así nos lo demuestran en más de una escena durante
la primera mitad de la película, que se hace muy lenta y con pocas escenas de
acción, si quitamos la inicial.

A pesar de su melancolía, el capi siempre está ahí cuando el
deber llama y ahí sí que la película no escatima en mostrarnos grandes momentos
como la ya mencionada escena inicial del barco o la de Nick Furia en su coche
Made in SHIELD (Por cierto, bravo por Samuel L. Jackson que haga lo que haga en una película me deja siempre con buen sabor de boca). Muy buenas escenas y efectos en general a lo largo de toda la
película y unos combates muy bien coreografiados, algo que un servidor siempre
agradece.
No he hablado del argumento, aunque muchas veces es lo que
menos importa en este tipo de películas. Si la primera entrega nos situaba en
la II Guerra Mundial y tenía una temática de fondo bélico, en la segunda
entrega estamos ante una peli de espías al más puro estilo James Bond donde el
capi y la increíble Viuda Negra (interpretada por la aún más increíble Scarlett
Johansson) tienen que remover cielo y tierra para ver quién le ha tendido una
emboscada a Nick Furia. Durante su odisea no podrán fiarse de nadie, ni
siquiera de sus compañeros de SHIELD que suelen acompañarlos en otras misiones.

El tándem Capitán América/Viuda Negra no funciona del todo
mal ya que la buena voluntad y cabezonería del primero compagina perfectamente con el
sarcasmo y juego sucio de la segunda. Para terminar de completar el cóctel han
añadido al Halcón, el típico personaje de marvel que meten un poco con calzador
para contentar a los fans. En este caso el resultado final no disgusta, pero
claro, estamos hablando del Capitán América, por lo que el tufillo ha producto
americano siempre tira para atrás.
Uno de los fallos que sí he encontrado es el de no encontrar
un villano convincente, alargando la aparición del soldado de invierno cuyas
apariciones son muy contadas o inexistentes hasta la segunda mitad del film.
Por otro lado, nos venden la presencia de Hydra en todos los ámbitos de las
altas esferas, algo que realmente no queda muy efectivo en pantalla a falta de
una cabeza pensante propiamente dicha (y lo siento mucho por Robert Redford
pero no me convence).

En resumen, no tenía muchas expectativas en la película,
pues de todos los personajes de los Vengadores el capi es el que menos simpatías
me despierta. Aun así, he encontrado un producto aceptable y entretenido que
merece la pena visionar si te gusta el cine palomitero, pues da lo que promete exceptuando
una o dos escenas innecesarias que alargan la película.
Nota: 7,5
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