¿Una
película de anime de temática lobuna en el lobo guerrero? Qué rarezas. Pues no
tanto para quién me conozca bien y sea asiduo lector del blog. De la original
imaginación del director Mamoru Hosoda (Para muchos el nuevo Miyazaki) nos
llega la historia de Hana y de sus dos hijos, Ame y Yuki, los niños lobo.
Esta es
la tercera película del director y guionista Mamoru Hosoda. También tengo el placer de haber visto sus
anteriores trabajos y quedé enamorado de la profundidad de la historia de “la
chica que saltaba a través del tiempo” y del apartado visual de “Summer Wars”.
Por lo que al ver la temática de su nueva obra no podía aguantar las ganas de
verla. Creo que puedo decir que es la mejor de sus tres obras, pues combina una
apasionante y emotiva historia con unas imágenes impactantes y, a la vez, muy
hermosas. El dibujo de los personajes es amable y estilizado, destacando las formas lobunas de los niños, muy divertidas. Pero ¿de qué va esta película?
Hana es
una muchacha que ha perdido a sus padres y que trabaja para poder ir a la
universidad, donde conoce a un misterioso joven del que se enamora. Al poco
tiempo descubre que este hombre misterioso (nunca se revela su nombre) es un
lobo, pero el amor es demasiado fuerte entre ellos y se van a vivir juntos. Así
nacen sus dos hijos, Yuki y Ame, pero al poco tiempo de nacer este último y,
por circunstancias de la vida, Hana se ve obligada a sacar a dos niños lobos
adelante ella sola. Es aquí cuando empieza realmente la película, que tiene
como protagonista el drama de esta madre coraje que no sólo se enfrenta a las
dificultades de una madre soltera, sino también al miedo de que sus hijos sean
descubiertos y tratados como monstruos. Realmente la película refleja muy bien
la desesperación de esta joven por sacar a sus hijos adelantes y es un
personaje con el que es muy fácil conectar, ya no sólo por las dificultades que
tiene que afrontar sino por sus ganas de salir adelante siempre con una
sonrisa.
El
resto de la película puede dividirse en dos partes: Los lobos como niños (muy
divertida y con los mejores momentos) y los lobos como adolescentes (esta parte
algo más cansina). Desde un primer momento su madre les dice da la oportunidad
de elegir si quieren vivir como humanos o como lobos, en un reflejo de la
dificultad que encuentran muchos jóvenes para ser ellos y para elegir su futuro.
La verdad que me han encantado las reflexiones que la madre le plantea a sus
hijos y cómo cada uno de ellos elige vivir la vida a su manera, a pesar de
seguir siendo hermanos. De los dos niños el que más simpatías me ha despertado
es Ame, el más pequeño, tan asustadizo y débil que tiene que enfrentarse a
todavía más problemas que su hermana, pues tiene miedo hasta de su sombra. De
hecho dos de mis escenas favoritas de la película están protagonizadas por él.
Una en la que la familia juega en la nieve (visualmente un encanto de escena) y
otra en la que el niño descubre que los lobos son siempre los malos en los
cuentos y busca la explicación en su madre, adorable.
Pero no
todo son maravillas en esta película. Lo que se perfilaba como un drama intimista
con tintes de comedia se desinfla en la segunda parte de la película, cuando
los niños llegan a la adolescencia y empiezan a relacionarse con otros niños.
Esta parte me ha parecido algo confusa, con algunas escenas o tramas que no
venían a cuento, para luego llegar a un final precipitado y agridulce, aunque
esto último ya sea cuestión de gustos. Esto hace que tras el visionado de la
película, esta última parte empañe un poco el contenido global de la misma, aunque
afortunadamente los títulos finales te acaban de reconciliar con ella.
Y es
que, señores, qué banda sonora. Las melodías que nos acompañan durante toda la
película cumplen con su cometido a la perfección: apoyar las escenas
dramáticas, encumbrar las escenas alegres y todo ello sin que desvíen tu
atención de lo que está pasando en la pantalla. Porque, seamos sinceros, hay
veces en que algunas películas parecen un videoclip de 2 horas, en el que la
música le roba el protagonismo a la acción.
Y poco
más me queda por añadir de “Wolf Children” que, como veis, me ha encantado y me
ha devuelto la ilusión en el anime japonés después de las horas bajas de
Estudios Ghibli (Aunque aún no he visto “Se levanta el viento”). Así que os la
recomiendo fervientemente, aunque puede que la presencia de lobos en la película
haya incrementado mi pasión hacia ella.
Nota: 9
Lobos y japonesidad, un clásico en tu idiosincrasia! Me gusta lo que cuentas de la peli, y como hace mucho que no me acerco por los mundos del anime, le pongo el cartel de próximamente....
ResponderEliminarPD: póngase a ver pelis de Oscars, hombre ya! :P
Es muy buena sí, te la recomiendo bastante.
EliminarEste año los oscar me están dando más pereza ¿será por la falta de títulos interesantes?
Me a encantado, YUKI Y AME son sumamente KAWUAAIII.
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