jueves, 23 de enero de 2014

American Horror Story: Coven 3x11- Protect the coven

                Sólo dos más y ya cerraremos esta irregular temporada. Si la semana pasada decía que nos encontrábamos ante el peor episodio de la serie, esta semana las dudas asolaban mi cabeza. ¿Seguiría bajando la calidad de la serie o veríamos una mejora? La respuesta, más adelante.


                Si la protagonista del capítulo anterior fue Marie Laveau, en este ha sido Madame LaLaurie la que ha tenido mayor peso. Por un lado, por los flashbacks de su llegada a Nueva Orleans, donde hemos visto el origen de su fijación con la sangre de sus sirvientes. Magníficos todos los planos en los que mostraban a Delphine del revés cada vez que veía sangre, tanto en el presente como en el pasado, dejando ver así lo retorcido de sus perversiones. Que volviera a las andadas de nuevo no me extraña. Ha intentado cambiar pero, la única amiga que había conseguido de color (Queenie) la apartó y la traicionó, así que pocas ganas le quedarán de redimirse de nuevo.  La coalición final entre Delphine y  Spalding también me ha parecido muy acertada. Ambos son seres depravados y, aunque actúan por motivos egoístas se necesitan para llevar a cabo sus malignidades. Esa última imagen de Spalding con el bebé de Marie me ha parecido bastante espeluznante y prefiero no saber qué es lo que hará con el bebé.


                A quién también hemos visto de nuevo en este episodio es a Queenie. Mucha gente ha levantado la voz en contra de este personaje y de su resurrección, pero yo partiré una lanza a su favor. Ya dije anteriormente que no creía que Queenie estuviera muerta, pues ya habíamos visto como su poder le impide morir por heridas que se infringe a sí misma. Si ya la vimos rebanarse el cuello también podía sobrevivir a una bala en su cabeza. Aun así su aparición junto a Delphine sí que me ha parecido un poco metida con calzador, de repente en el funeral de Nan.

                Por otra parte vemos que Coven ya va cerrando tramas, en este caso la de los cazadores de brujas. Muy fácil han caído estos supuestos expertos en el exterminio de las hijas de Salem. Aunque claro, no contaban con el factor del hombre del hacha que, fiel a Fiona, le ha cortado su cabeza pensante a la organización (y nunca mejor dicho). Me ha gustado ver cómo Marie Laveau y Fiona han encajado perfectamente y han creado un frente común uniendo sus poderes. Nunca sabremos hasta donde hubiera llegado su poder combinado (probablemente habrían acabado traicionándose entre ellas) pues LaLaurie se ha entrometido entre ellas. Encantador ha sido ver cómo la sirvienta utilizaba unos antihistamínicos para “anular” sus poderes mágicos. Parece que Marie Laveau está en serios problemas esta vez.


                Del resto de brujas hemos sabido poco. Casi nadie se pregunta dónde está Misty, Myrtle sigue tocando el theremin, Madison sigue siendo Madison y Cordelia…ah Cordelia, qué perdida está. Con tal de restaurar sus poderes se arranca los ojos que, con tanto cariño, Myrtle le había ofrecido. Por último destacar el papel de Zoe, nulo como casi siempre, y de su amado Kyle, más nulo si cabe. Es curioso que los creadores de la serie dieran tanto bombo a este romance como para tratarlo de una manera tan superficial y simplona. Ahora se alejan de los peligros del aquelarre para vivir juntos su amor, pero no me cabe duda de que regresarán, al fin y al cabo, quedan dos capítulos por delante.


Nota: 6

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