Volvemos
una semana más con la serie del momento. El camino del castigo es su título y
parece que algunas tramas comienzan a asentarse, mientras que otras avanzan a
pasos muy ínfimos, veamos por qué.
Comenzaré por la reina que no arde. Una vez incluido a Ser Barristan en su guardia
personal, comienzan a verse las primeras diferencias con Jorah Mormont, estos
dos parece que sólo coinciden en una cosa: Dany no puede ganar la guerra sin
sus dragones. Aun así, la joven decide entregar a su mayor dragón a cambio de
todos los inmaculados, incluidos los que siguen en entrenamiento y Missandei,
la joven que hacía las veces de traductora. Esta esclava parece contenta con el
cambio y puede tener grandes momentos con Dany, a la que se le echaba en falta
una compañera femenina. Por otra parte ha intentado mostrarse piadosa con los
esclavos crucificados en el camino que da nombre al capítulo (no pude evitar
acordarme de la series finale de Spartacus, snif) pero ha visto que los
esclavos no quieren su piedad.
De nuevo
en Poniente, Robb y Catelin han llegado a tiempo a Aguasdulces, el antiguo
hogar de Cat, para el entierro de Lord Hoster Tully. Ahora el señor del
castillo es su hijo Edmure, quién parece un poco inútil (grande la escena de la
flecha) y entre cuyos éxitos se encuentran haber conquistado un molino y
ahuyentar a la Montaña. Además de al hermano de Cat hemos conocido también a su
tío, que se hace llamar el Pez Negro. Estos dos personajes seguirán con Robb y
su ejército y darán bastante juego. Como punto negativo,
decir que cansa un poco ver a la Cat doliente. Es cierto que muchas alegrías no
está teniendo la mujer y que la actriz lo borda, pero a ver si la vemos en otro
registro.
Son destacables las escenas entre Jaime y Brienne, tienen una química increíble en
pantalla, al igual que en el libro, y vemos como poco a poco el personaje de
Jaime comienza a cambiar ante nuestros ojos. Por intentar ayudar a Brienne, por ejemplo, ha perdido una mano. A partir de aquí se hace interesantísima la
proyección que puede tener este personaje, uno de los mejores y más apuestos
espadachines del reino que ha perdido su mano de la espada.
Como
escenas unitarias tenemos a Melisandre abandonando Rocadragón, a Jon
dirigiéndose al muro para luchar contra sus hermanos y a Sam y al Lord
Comandante en casa de Craster con una tensión más que palpable. De todas estas,
creo que la peor trama es la de Jon, no avanzan nada o casi nada en cada
capítulo y no tenemos tiempo de conocer a los nuevos personajes más que por
diálogos fútiles, hasta la pobre Ygritte ha quedado en muy segundo plano cuando
podrían darle más escenas con Jon. También hemos visto poco de Arya, que se ha
despedido de Pastel Caliente/Hot Pie y poco más.
En el
limbo de las tramas tenemos la de Theon, que no tengo ni idea de por dónde la
llevaran y, aunque tengo cierta idea de quién puede ser el personaje misterioso
que lo está ayudando, me reservo mis pensamientos para evitar spoilers
innecesarios.
Dejo para
el final mi escena favorita, como siempre. Esa reunión del consejo del rey en
la que Meñique, Varis y Pycelle (Primera aparición de estos dos en toda la
temporada) trataban de estar lo más cerca posible del gran hombre, Tywin.
Luego ha llegado Cersei, que ha escogido mover una silla para situarse a mano
derecha de su padre. Finalmente, Tyrion ha pasado de todos y ha presidido la
mesa, frente a frente con su padre, pero lo más lejos posible de él.
Maravilloso.
Este
capítulo me ha gustado más pues han empezado a centrarse, aunque siguen empeñados
en mostrar muchas tramas con una sola escena. Sé que es muy complicado, pero
hay que recordar que el mejor capítulo de la temporada anterior, Blackwater, se
centraba únicamente en la batalla en Desembarco del Rey y solamente con los
personajes que se encontraban en esa localización. Veremos cómo siguen los
próximos episodios.
Nota: 8,5 (Aunque creo que les falta retomar el rumbo, no dejan de ser capitulazos los que vemos)
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