Hace
poco hablé sobre la novela Los fantasmas de Ascalon, basada en la saga de videojuegos
Guild Wars. Para conocer mejor este mundillo y acercarlo a los gamers que me
leen, qué mejor que una review del mmorpg Guild Wars 2, desarrollado por ArenaNet
y NCSoft para PC.
Argumento
En
Guild Wars 2 te crearás a tu personaje distinguiendo entre 5 razas (Humano,
Norn, Charr, Asura y Sylvari) y 8 profesiones (Guerrero, Guardián, Ladrón,
Ingeniero, Guardabosques, Elementalista, Nigromante e Hipnotizador). La
personalización y el editor son muy completos, dando lugar a personajes muy
diferentes, eligiendo caras, peinados y otros detalles característicos de cada
raza.
Una
vez creado tu personaje te enviará a la zona de comienzo de tu raza, dentro del
mundo imaginario de Tyria, donde jugaremos un pequeño tutorial en el que, todo
sea dicho de paso, no te explican mucho de la mecánica.
Tras
pasar este tutorial seremos libres de explorar este mundo persistente,
interactuar con otros jugadores de cualquier lado del mundo, comerciar con
ellos y luchar contra las fuerzas de los dragones ancianos, que han despertado
para arrasar con todas las razas de Tyria.
Jugabilidad
A
la hora de jugar utilizaremos principalmente el teclado, aunque el ratón será
determinante para ayudarnos a lanzar habilidades y seleccionar objetivo, un
sistema algo complejo pero al que se acostumbra uno pronto. Podemos decir que
existen 3 modos de juego, PVE (Personaje contra entorno), PvP (Personaje contra
personaje) y WvW (Mundo contra mundo.
El
PvP es el típico torneo entre jugadores que tienen que matarse entre ellos y
conseguir apoderarse de zonas determinadas del mapa. Da lo que promete, aunque
se echa de menos un sistema de duelos 1v1. La más destacable del PvP es que al
entrar en esta zona todos los personajes están a nivel máximo y con todas sus
habilidades aprendidas para así nivelar los torneos y que la victoria dependa
más de tus habilidades como jugador que de tus horas jugadas.
En
el WvW los jugadores de todo un servidor se enfrentan a los de otros dos
servidores en una batalla a tres bandas. Generalmente estas campañas duran una
semana y hay que conquistar en ese tiempo los territorios de los equipos
rivales. Es una forma de juego original y bastante caótica que recuerda a las
guerras del mundo real. Es vital ir acompañado de jugadores de tu servidor o,
si no, prepárate a morir vilmente.
Finalmente,
el PvE es el modo de juego por defecto, donde nos enfrentamos a los monstruos
que encontramos en las afueras de las ciudades y renemos que hacer misiones
para NPCs. Es bastante completo y el mapa es inmenso, por lo que es muy difícil
visitar todas las localizaciones con un solo personaje, por lo que las horas de
juego están garantizadas. Lo único negativo que veo en este modo es que hay
determinado contenido (mazmorras y fractales) que no están disponibles si no
juegas en equipos de 5 jugadores, pues si entras sólo prepárate para las
humillantes palizas.
Además
de lo que es el juego en sí (personalización de personajes y combates) hay
mucho contenido por explorar en Guild Wars 2, aprende un oficio, recolecta los
materiales que necesites, fabrícate tu propio equipo, comercia con lo que no
necesites. En fin, que puedes estar jugando más de dos horas seguidas sin
desenvainar tu espada, lo que sigue sumando horas de juego.
Gráficos
Increíbles,
no puedo describirlos de otra manera. Yo tengo debilidad por los paisajes
nórdicos y el perderte en un bosque nevado y subirte a lo alto de una montaña para
ver el paisaje hace que se me pongan los pelos de punta. El diseño de las
ciudades es también bastante destacable, cada una de ellas con su propia
personalidad y arquitectura. Ciertamente aquí no han reparado en gastos.
Sonido
La
banda sonora es también bastante eficiente. Varía según la situación tanto en
batalla como en ciudad, pero aun así termina haciéndose un poco repetitiva. Los
efectos sonoros también están bastante logrados y no puedes evitar que se te
escape una sonrisa al escuchar el sonido que hace tu enorme martillo al
aplastar a un enemigo. Las voces también están muy logradas, de manera que cada
raza tiene su propio acento (los sylvari son más british) y cada personaje su
forma característica de hablar.
Conclusión
En
resumen, un señor juegazo con pequeños problemas que se vuelven anécdotas al
sentarte frente al ordenador. El hecho de que no tengas que pagar mensualmente
es un plus y que el juego sea tan diferente empezando con un guerrero charr con
mala leche a cuando empiezas con una hipnotizadora sylvari encantadora hace que
la experiencia sea más enriquecedora y que nos falten horas para seguir
sumergidos en el mundo de Tyria.
Nota: 9,5
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