La vida de Pi

         Recientemente acudí al cine proyecciones de Madrid a ver en 3D esta película, a la que llevaba tanto tiempo siguiendo la pista. No me he leído el libro así que opino con la libertad de mente que ello supone y me evita el ser tan tiquismiquis como soy cuando me cambian una coma en la serie de juego de tronos. Así que, comentemos juntos La vida de Pi.

         Podemos decir que ésta película se divide en dos partes. La primera cuenta la infancia y juventud de nuestro protagonista en su India natal, su relación con su familia y sus primeros coqueteos con las religiones y con las chicas. Esta parte de la historia es muy amena y está muy bien contada, ayudando además a asentar las bases para lo que veremos en la segunda parte de la historia.

El propio Pi será quien nos narre la historia

         Esta segunda parte es la que soporta toda la carga visual de la historia y que, a priori, es la que tiene mayor interés. La relación de Pi con su compañero Richard Parker avanza lenta y a trompicones, lo que en ocasiones causa una sensación de lentitud. Tuve la sensación de que el director, Ang Lee, se dejaba llevar demasiado por mostrar unos efectos visuales que, ciertamente, son impresionantes y pondría la mano en el fuego de que algún oscar técnico se llaverán, pero pería un poco el mando de la historia en el camino. 

         Aun así me ha encantado esta película, pareciéndome de lo mejorcito del año, de momento. Los efectos visuales y la música son impresionantes, el 3D está muy bien logrado, pero sigo pensando que esta tecnología aun no nos lo ha mostrado todo. A destacar principalmente la capacidad interpretativa del protagonista, Shuraj Sarma, y la creación de los animales que, aunque en algunas escenas es evidente que no son reales, logran transmitir sentimientos sólo con su mirada, que ya quisiera poder hacerlo Ryan Reynolds.

         Mucha gente ha criticado la carga moralista y religiosa de la película, pero en mi opinión no es tanta, no impulsa a creer en Dios o a seguir una religión, sino más bien a seguir lo que te dicte el corazón. Es una historia fantástica sobre la vida, la muerte, la amistad y sobre uno mismo, estando además muy bien contada, salvo como ya dije, cuando se centran demasiado en los efectos visuales. Aun así, recomiendo fervientemente su visionado y espero ver más películas que me hagan seguir pensando en ella varios días después.

Fantasía, religión y realidad se entremezclan en este apasionante relato

Nota: 8,5