jueves, 6 de febrero de 2014

Wolf Children (Los niños lobo)

                
                ¿Una película de anime de temática lobuna en el lobo guerrero? Qué rarezas. Pues no tanto para quién me conozca bien y sea asiduo lector del blog. De la original imaginación del director Mamoru Hosoda (Para muchos el nuevo Miyazaki) nos llega la historia de Hana y de sus dos hijos, Ame y Yuki, los niños lobo.

                Esta es la tercera película del director y guionista Mamoru Hosoda. También tengo el placer de haber visto sus anteriores trabajos y quedé enamorado de la profundidad de la historia de “la chica que saltaba a través del tiempo” y del apartado visual de “Summer Wars”. Por lo que al ver la temática de su nueva obra no podía aguantar las ganas de verla. Creo que puedo decir que es la mejor de sus tres obras, pues combina una apasionante y emotiva historia con unas imágenes impactantes y, a la vez, muy hermosas. El dibujo de los personajes es amable y estilizado, destacando las formas lobunas de los niños, muy divertidas. Pero ¿de qué va esta película?


                Hana es una muchacha que ha perdido a sus padres y que trabaja para poder ir a la universidad, donde conoce a un misterioso joven del que se enamora. Al poco tiempo descubre que este hombre misterioso (nunca se revela su nombre) es un lobo, pero el amor es demasiado fuerte entre ellos y se van a vivir juntos. Así nacen sus dos hijos, Yuki y Ame, pero al poco tiempo de nacer este último y, por circunstancias de la vida, Hana se ve obligada a sacar a dos niños lobos adelante ella sola. Es aquí cuando empieza realmente la película, que tiene como protagonista el drama de esta madre coraje que no sólo se enfrenta a las dificultades de una madre soltera, sino también al miedo de que sus hijos sean descubiertos y tratados como monstruos. Realmente la película refleja muy bien la desesperación de esta joven por sacar a sus hijos adelantes y es un personaje con el que es muy fácil conectar, ya no sólo por las dificultades que tiene que afrontar sino por sus ganas de salir adelante siempre con una sonrisa.
                
El resto de la película puede dividirse en dos partes: Los lobos como niños (muy divertida y con los mejores momentos) y los lobos como adolescentes (esta parte algo más cansina). Desde un primer momento su madre les dice da la oportunidad de elegir si quieren vivir como humanos o como lobos, en un reflejo de la dificultad que encuentran muchos jóvenes para ser ellos y para elegir su futuro. La verdad que me han encantado las reflexiones que la madre le plantea a sus hijos y cómo cada uno de ellos elige vivir la vida a su manera, a pesar de seguir siendo hermanos. De los dos niños el que más simpatías me ha despertado es Ame, el más pequeño, tan asustadizo y débil que tiene que enfrentarse a todavía más problemas que su hermana, pues tiene miedo hasta de su sombra. De hecho dos de mis escenas favoritas de la película están protagonizadas por él. Una en la que la familia juega en la nieve (visualmente un encanto de escena) y otra en la que el niño descubre que los lobos son siempre los malos en los cuentos y busca la explicación en su madre, adorable.


                Pero no todo son maravillas en esta película. Lo que se perfilaba como un drama intimista con tintes de comedia se desinfla en la segunda parte de la película, cuando los niños llegan a la adolescencia y empiezan a relacionarse con otros niños. Esta parte me ha parecido algo confusa, con algunas escenas o tramas que no venían a cuento, para luego llegar a un final precipitado y agridulce, aunque esto último ya sea cuestión de gustos. Esto hace que tras el visionado de la película, esta última parte empañe un poco el contenido global de la misma, aunque afortunadamente los títulos finales te acaban de reconciliar con ella.

                Y es que, señores, qué banda sonora. Las melodías que nos acompañan durante toda la película cumplen con su cometido a la perfección: apoyar las escenas dramáticas, encumbrar las escenas alegres y todo ello sin que desvíen tu atención de lo que está pasando en la pantalla. Porque, seamos sinceros, hay veces en que algunas películas parecen un videoclip de 2 horas, en el que la música le roba el protagonismo a la acción.


                Y poco más me queda por añadir de “Wolf Children” que, como veis, me ha encantado y me ha devuelto la ilusión en el anime japonés después de las horas bajas de Estudios Ghibli (Aunque aún no he visto “Se levanta el viento”). Así que os la recomiendo fervientemente, aunque puede que la presencia de lobos en la película haya incrementado mi pasión hacia ella.


Nota: 9

3 comentarios:

  1. Lobos y japonesidad, un clásico en tu idiosincrasia! Me gusta lo que cuentas de la peli, y como hace mucho que no me acerco por los mundos del anime, le pongo el cartel de próximamente....

    PD: póngase a ver pelis de Oscars, hombre ya! :P

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    1. Es muy buena sí, te la recomiendo bastante.

      Este año los oscar me están dando más pereza ¿será por la falta de títulos interesantes?

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  2. Me a encantado, YUKI Y AME son sumamente KAWUAAIII.

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