Once Upon a Time

Mi primera aportación a este nuevo y flamante blog será la crítica de la primera temporada de la que ha sido, para mi, la serie revelación de la temporada, Once Upon a Time (Érase una vez) de ABC (la cadena americana, no el periódico patrio).

De los creadores de la añorada y por algunos  vilipendiada Perdidos (Lost),  llega este drama fantástico protagonizado por Jennifer  Morrison  (la doctora Cameron de House), que interpreta a la solitaria y astuta Emma Swan, una cazarecompensas  a la que, el día de su vigésimo octavo cumpleaños, se le aparece un niño en su puerta diciendo ser su hijo, al que dio en adopción hace diez años.  Cuando la señorita Swan pretende llevar al niño de vuelta a su hogar, éste le revela que los habitantes del pueblo en el que vive (Storybrooke), son en realidad personajes de cuento que han sido maldecidos por la reina mala y castigados a vivir en un mundo sin magia, sin recuerdos y sin final feliz, atrapados en el pueblo sin poder salir y sin que transcurra el tiempo para ellos.

La premisa de la que parte me parece en principio, bastante original. Pero además el desarrollo de los capítulos presenta una doble perspectiva muy curiosa. Por un lado, nos cuentan la historia de uno de los habitantes del pueblo y de su relación con Henry y con la recién llegada Emma. Por otra parte nos relatan el cuento del personaje fantástico que el pequeño Henry cree que  representa en el mundo de los cuentos. Es muy divertido ver qué personaje se corresponde con cuál y qué rasgos del personaje de cuento mantiene y cuáles varía. Así, el psicólogo infantil que atiende a Henry es Pepito Grillo (su conciencia), su madre adoptiva es la reina mala (o madrastra ^^) y su profesora es la dulce Blancanieves.



Los malos del show, brutales!!!



Además,  para los amantes  de Perdidos hay una serie de guiños que solo los más fanáticos podrán reconocer,  cuando Emma llega al pueblo el reloj de la Iglesia está parado en las 8:15, Henry comparte con Hugo “Hurley” su afición por las barritas Apollo, además de que el recurso de la doble perspectiva por capítulo recuerda al uso de los flashbacks de la serie isleña.

La caracterización de los personajes  y las interpretaciones  de los actores son una delicia. La modificación de algunos cuentos como el de la Bella (interpretada por Emilie de Ravin, Claire en Perdidos)  y la Bestia se agradecen por su originalidad y el desarrollo de otros personajes como el Sombrerero Loco de Alicia en el País de las Maravillas dotan de aun más fantasía a este mundo mágico creado por la ABC.



No ha habido caperucita más genial

De entre los personajes me quedo con la reina mala (Lana Parrilla), que en el mundo real es la alcaldesa del pueblo (además de la madre de Henry, como ya dije), que vive en una lujosa mansión llena de espejos y con un bonito manzano en el jardín (me encantan estos guiños) cuyas acciones son realmente de una mala de cuento,  Rumpelstiltskin (el gran Robert Carlyde) que merece alguna nominación, tanto por interpretar a este duende saltarín como al Mr. Gold del mundo real, el dueño de todo el pueblo y regente de la tienda de antigüedades. Finalmente está Ruby, la heavy de mechas rojas que trabaja en la cafetería y es la dulce Caperucita del cuento, esta chica, además de ser increíblemente guapa, tiene una capacidad de interpretación que deja más que patente en el conmovedor capítulo dedicado a su cuento. Quedan muchos más que me olvido, pero entonces me extendería demasiado y no quiero estropearos las sorpresas que esta gran serie os depara.

En su contra diré únicamente que los efectos en alguna ocasión dejan algo que desear (normal por otra parte en una serie de TV), el ñoñerío de la historia de Blancanieves y el Príncipe Encantador y la necesidad de que Ruby/Caperucita acapare más minutos en pantalla. Poco que toserle a esta serie que me ha encantado, ¿la habéis visto? ¿La conocíais? ¿Qué opináis?

Puntuación: 8/10